sábado, 1 de diciembre de 2012

Mike Ansley: El hombre del 'no triple' es un polaco más

Pocos jugadores tan marcados por una sola jugada en su carrera como Mike Ansley. En algo equivalente a lo que sería 'el penalti de Djukic' en fútbol, Ansley falló el triple que le hubiera dado la Liga ACB 94-95 al Unicaja. Veámoslo.


Era el cuarto partido de la final y el Unicaja dominaba por 2-1 al Barcelona. Los malagueños iban dos abajo y tenían la bola. Ya es absurdo un poco revisar todo aquello, si tenía que haber movido más el balón, si tenía que haber buscado quizás una de dos y forzar la prórroga. No entró (buena defensa de Middleton), igual que podía haber entrado y el Unicaja, que cayó en el quinto en el Palau, tuvo que esperar unos añitos más para ganar su primera ACB.
El 'no triple'.

La jugada expresa bien el carácter de Ansley: un ganador de los que no se esconde, siempre deseoso de protagonismo. Su temporada en Málaga, adonde había llegado tres años antes al Mayoral Maristas después de una etapa de más a menos en la NBA (tres temporadas con Orlando, Charlotte y Philadelphia con 8 puntos y 5 rebotes en su año rookie como mejores promedios), había sido excepcional. 16,9 puntos y 6,9 rebotes, un poco en la línea de lo que sería dos años después su paso por Cáceres, donde tuvo la posibilidad de cierta revancha con el Barcelona (clave en la semifinal de la Copa, aunque luego perdiese la final ante el Joventut) y no tanto en el Ourense en la 2000-01, donde pareció que estaba casi acabado.

Pero no era así. Con 34 años se fue a la liga polaca, un hecho que cambió su vida quizás para siempre. Apuntad: Prokom (2001-02, 15 puntos y 6 rebotes), Unia-Wisla (2003-05, rondando los 23 puntos de media las dos temporadas), Zgorzelec (2005-06, 13,7 puntos), Ostrow (2006-07, 14,1), Kwidzyn (2007-08, 9,6), Warszawa (2008-09, 8,2) y Inowrolcaw (2009-10, 1,8). Sí, lo dejó con 43 años.

Todo tiene una explicación: se casó con una mujer polaca y se quedó a vivir en Cracovia. Ha estado breve, pero simpático, en Facebook. "He sacado el carnet de entrenador y ahora estoy descansando, disfrutando un poco de la jubilación, aunque en poco tiempo quiero entrenar". 
NBA, Orlando, 89-90.

Mirando atrás, tiene que salir el tema del triple de marras. "Málaga siempre será mi casa. Echo de menos a su gente. Espero volver este verano para unos días de vacaciones. creo que será en junio. No cambiaría nada por esa ciudad. Todavía tengo en mi cabeza machacándome aquel tiro que fallé y que nos hubiera dado el campeonato". Sus recuerdos no son tan buenos sobre Cáceres. "Estuvo bien, pero nada como Málaga. Además, no me pagaron la parte final diciendo que me había ido sin permiso ¡cuando ya se había terminado la temporada!".

Aprovecho para recuperar algunas frases de una entrevista que le hacen en la web del Assecco Prokom.

"Mi mejor tiempo fue en España y quizás en Turquía. Pero cuando llegué a Polonia me sentí realmente especial y tuve mi segunda juventud. Al principio me sorprendió cuando mi agente me sugirió venir. Dije que no. Había tantos sitios a los que podía ir... Pero finalmente confié en él, vine y me enamoré de este sitio".

En su etapa final en Polonia.
"Mi mayor éxito ha sido jugar tanto, 25 años. Quería jugar hasta los 45 pero no pude. Esto es baloncesto. Necesitas jugar al máximo y estar preparado para luchar y competir. Necesitas ser un asesino en la pista".

"El triple ante el Barcelona fue el mayor error de mi carrera (...). Todavía tengo pesadillas con ese tiro".

"¿Qué me hizo quedarme en Polonia? Mis hijos ya han crecido. Tiene 25, 19 y 18 años y van a la universidad. Me pude ir, pero mi sitio está aquí. Me encanta Polonia. Quiero envejecer aquí con mi mujer".

"No todo gran jugador puede ser un gran entrenador. En mi carrera he tenido muchos entrenadores que tenían mucho respeto por los jugadores y eran apasionados por el juego. Tengo la experiencia y puedo compartir mi conocimiento. Quiero devolver a la comunidad lo que me ha dado tantos años. Me siento en deuda. Conozco el sistema y la liga polaca y estoy preparado para el desafío".

En el Cáceres, en un partido de competición europea (96-97).
Todo un personaje. Ya veis que mantiene la autoestima alta: es muy conocida aquella entrevista en 1994 en la que se autodefinía como 'el mejor 4 de Europa'. Le conocí en la temporada 1996-97 y tenía un enorme sentido del humor. Recuerdo también que mi tío, que era camarero en un restaurante, me contaba las enormes propinas que dejaba.

Ahora me doy cuenta de que no he hablado apenas de él como jugador: era un ala-pívot aparentemente gordo, pero muy ágil, muy rápido. Piernas muy finas. Y un gran tiro de 4-5 metros. No era un especialista en el rebote, pero cogía bien la posición. En fin, uno de esos tipos que no se olvidan, aunque fallase el triple, claro.

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