Chocando con Randy White (Gigantes del Basket). |
Keith Jennings revolucionó la ACB durante unos meses con su juego explosivo y su rapidez endiablada. Mide 1,70 y su llegada al Estudiantes en la temporada 95-96 como refuerzo temporal ante las lesiones en la posición de base supuso todo un impacto. Rápidamente la Demencia le adoptó como uno más, no solo por su dirección de juego y los problemas que causaba en los exhaustos rivales, sino por su carácter sonriente y amable. "Conguito" fue su mote. No hace falta pensar mucho por qué.
El plan era que Jennings solo estuviese un par de meses a principios de temporada y luego se marchase a la NBA, donde había estado las tres campañas anteriores como reserva en los Golden State Warriors (18 minutos de promedio, no está mal). Cuando llegó el momento de irse porque (creo recordar) Nacho Azofra ya estaba repuesto, todas las partes se lo pensaron mejor y decidieron prolongar el contrato hasta final de temporada. La plantilla se reestructuró improvisadamente.
Cosas que pasan: Jennings dejó de jugar tan bien desde entonces y tuvo serios problemas con Pepu Hernández. Promedió 10 puntos en 26 minutos y tuvo el 'highlight' además de ganar el concurso de triples del All Star.
Cogió impulso para volver a la NBA, pero no pudo jugar en Denver por lesión y regresó a Europa, a Francia. En la 99-2000 tuvo una nueva oportunidad en España, en la misma ciudad, Madrid, con el Real. Pero su juego había perdido chispa y fue sustituido por Sasha Djordjevic, lo que, en fin, acabó siendo decisivo en el resultado de la liga. Las siguientes temporadas hasta su retirada las pasó de nuevo en Francia, entre Estrasburgo y Nancy, donde lo dejó en el 2003.
Con los Warriors. |
Desde hace cuatro años es entrenador de una pequeña universidad en su estado natal, Virginia: el Bluefield College, desde donde hace una lectura muy similar a la mía en cuanto a sus sensaciones en estudiantiles y blancos.
"Estuve muy a gusto jugando para el Estudiantes. Los chicos del equipo eran fantásticos y la ciudad de Madrid un gran sitio para vivir. Hice muy buenos amigos y me gustaría visitarles algún día. 'Conguito' me llamaban, sí. Lo recuerdo perfectamente", explica. "No puedo decir lo mismo del Real Madrid, donde me cortaron después de dos meses. Me pagaron todo el dinero, no como en otros países. Mientras que estuve allí, fue un gusto jugar como Brent Scott e Iker Iturbe".
Ahora. |
En lo que realmente se sale del discurso habitual de los americanos que han estado en Europa (y si sois lectores habituales aquí lo comprobaréis) es cuando responde sobre las diferencias entre el basket de aquí y el de la NBA. Se podrá estar de acuerdo o no, pero no se puede decir que haya sido políticamente correcto: "La principal diferencia es que en la NBA todo el mundo es una amenaza. Tienes que estar preparado para jugar contra un buen o un gran jugador cada noche. En Europa puedes tener que manejarte contra uno o dos realmente buenos en todo el equipo contrario, no demasiado de lo que preocuparse".
Ahí queda eso.
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