En el Barcelona 2001-02: buenos números, cero títulos. |
Okulaja era un jugadorazo, creo yo. Muy heterodoxo, eso sí: alemán y negro (nació en Nigeria). Y ese nombre tan musical, tan sonoro. Era un '3-4' que podía hacer daño en las dos posiciones: en la de alero, por su envergadura y agresividad; en la de pívot, por su rapidez. Difícil de parar, sí, desde que creciese en un Berlín que, bastante huérfano de fútbol, se agarró al baloncesto con el Alba. La Copa Korac del 95 es prácticamente el único título de la carrera de Ademola, y él no aportó demasiado porque todavía tenía 20 años.
172 veces internacional con Alemania. |
Después, tres cuartos de lo mismo en el Unicaja (9,6 puntos y 5,1 rebotes, en un equipo en el que la bola la amasaba Louis Bullock y, algo, Milan Gurovic), de nuevo el Girona (14,5 y 6,2) y el Pamesa Valencia (11,3 y 5,5, con problemas de rodilla). Su cuesta abajo definitiva fue su regreso a la liga alemana (Rhein Energie y Brose Basket) y fugaces pasos por el Khimki y el Lucentum, donde no pudo salvar al equipo del descenso. Entre medias hasta tuvo que luchar contra un tumor que le tuvo apartado de las canchas un año y que pareció superar por completo.
En un reciente partido benéfico... de balonmano. |
Tras retirarse en el 2008, Okulaja vive en Berlín, desde donde me escribe sucintamente: "Solo tengo buenos recuerdos de España. Tuve la suerte de jugar en varios de los mejroes clubs de la ACB. Gran baloncesto, gran liga, gran comida, jaja. Además, aprendí otro idioma". Actualmente tiene una empresa de representación de jugadores, Pro4Pros. "Tenemos muy pocos jugadores, pero están entre los mejores de su generación", asegura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario