¿He dicho disfrutado? No. La verdad es que debe quedarse uno boquiabierto y 'tocado' cuando te hacen eso, y encima en unas finales. Nadie se explica muy bien cómo Julius Erving estuvo tanto tiempo en el aire para clavar esa bandeja a aro pasado. A Landsberger, que, no lo he dicho, es ese rubio que acompaña la acción con la camiseta de los Lakers, se le intuye atónito.
Como Laker, en 1982. |
Como con el fallo de Cardeñosa, el penalti de Djukic o el mate de Vince Carter sobre Frederic Weis, no deja de ser cruel recordar una buena carrera como profesional por una acción en la que no estás acertado o eres 'víctima' de otro. Landsberger fue un aceptable jugador. No una estrella, pero sí una pieza importante en todos los equipos por los que pasó, en cada uno a su manera. Y, carajo, a ver quién de vosotros puede decir que ha ganado dos anillos con los Lakers (1980 y 1982). Vale, Pau, tú sí. También fue mítico que un partido que jugó en Phoenix con una gran mancha de batido de chocolate porque no había uniforme de repuesto.
Ya en el final de su trayectoria le vimos por aquí y demostró que no era un simple especialista dedicado a hacerle la vida más fácil a los Magic o Jabbar de turno. Con nada menos que 36 años consiguió unos tremendos 17,6 puntos y 13,2 rebotes en el Collado Villalba de la temporada 91-92, la última del equipo de la sierra madrileña en la élite. Entró mediada la campaña en sustitución de Joe Wylie y cumplió de sobras en el objetivo de la permanencia, aunque el club no se pudo mantener luego debido a cuestiones económicas.
En Villalba, taponando a Pepe Arcega. (Gigantes) |
Ya bastante calvete, vestido de amarillo --como en sus Lakers, curiosamente-- dejó buenas sensaciones en la ACB. No era un gran estilista, pero sí aprovechaba muy bien sus opciones, casi siempre en la zona. Y parecía más grande de lo que era en realidad (2,03). Uno no juega 478 partidos en la NBA porque sí, aunque evidemente lo hizo en otro papel (5,6 puntos y 6,1 rebotes).
Tras su tiempo con Bulls, Lakers y Hawks inició con 28 años una grandiosa carrera en Italia, en Forli: cuatro veces máximo reboteador de la Lega. También lo fue una vez en Grecia. En wikipedia hay una biografía muy buena de él al respecto. Villalba no fue su último equipo. Con 37 aún estuvo en Argentina.
Justo dos décadas después vive en Phoenix y está jubilado. Recuerda su tiempo en Villalba de forma agridulce. "Fui feliz porque conseguimos la permanencia, pero luego descubrí que vendieron los derechos por dinero. ¡Terribles propietarios! España es un gran país con gran baloncesto", me escribe brevemente.
En su etapa del Villalba tenía pinta de todo menos de jugador de baloncesto, aún así, y ya mayor hizo un temporadón. Vaya pedazo de americanos hubo en Villalba, Shelton Jones, el famoso Walter Berry, Henry Turner, Mark Landsberger, Lance Berwald, Mike Schlegel, Winfred King ..........
ResponderEliminarGran jugador que dió un rendimiento excelente: mucho, muchísimo oficio, y buena mano de 3 pts, complemento ideal de Henry Turner. Alguien podría explicarle que, por aquella época, no había propietario del equipo, sino Presidente y Junta Directiva (no millonarios precisamente, ya que eran maestros, profesores y funcionarios con un amor por el basket enorme), y que bastante hicieron con salvarse en Canarias en el último partido de playoff por la permanencia, en una temporada durísima en lo deportivo, y sobre todo en lo extradeportivo, haciendo auténticos juegos malabares para pagar deudas heredadas (Don Jesús Gil y sus pagarés), sin un fuerte patrocinador detrás (lejos quedaron los años dorados del BBV). Ese último partido tuvo un valor redondo: 200 millones de pesetas, que pagó la ACB por los derechos de la plaza ganada en las canchas a C.B.C.Villalba, para que, con ellos, se saneara el club, sus deudas, y saliera en Primera, desapareciendo desgraciadamente después de su 2ª temporada fuera de la ACB. Así que no se haga cruces el gran Mark que gracias a esa victoria cobró lo que se le adeudaba...
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