sábado, 12 de enero de 2013

George Johnson: El fichaje de Carra (y mucho más)

Con el Valvi Girona, defendido por Rafa Vecina (Foto: Gigantes del Basket).
En verano de 1988, un reportaje en el Gigantes del Basket que compraba religiosamente me dejó sin habla: el Caja Badajoz, equipo referente del baloncesto extremeño por entonces (en Primera B; el Cáceres estaba en Segunda), gestionaba el fichaje de George Johnson. El nombre no era muy rimbombante, pero rascabas un poco en su carrera y resultaba que había jugado ocho temporadas en la NBA con 9,1 puntos y 5,6 rebotes de promedio.

Ahora.
La historia era peculiar y estaba contada en primera persona por Eduardo Fernández, corresponsal de la revista en Nueva York. El periodista era amigo del entrenador del Caja Badajoz, Antonio Gómez Carra (ex de Estudiantes, entre otros), y le iba a hacer de 'lazarillo' en la culminación del acuerdo, que dejaba intuir no pocas inseguridades. Johnson ya tenía por entonces casi 33 años y llevaba dos temporadas sin jugar. No había pisado otras canchas que no fuesen las de la NCAA (un histórico de Saint John's) y la NBA (número 12 del draft con Milwaukee en 1978 y etapas además en Denver, Indiana, Philadelphia y Washington). Y se iba a venir a mi tierra a jugar, por lo visto.

La peripecia de Carra y Fernández para cerrar el contrato tenía una gracia y una emoción incontenible. Si no pudisteis leer las 6 páginas en su momento, aquí os las dejo. Click to hacerlas más grandes, claro. Luego seguimos.


 






















La cosa acabó muy bien, por muchos dos años que llevase el tipo sin jugar. Johnson dejó en Badajoz una estela de profesional honrado, como auguraba en la entrevista de aquí arriba. Carezco de estadísticas oficiales (la Primera B de aquella época es muy difusa en ese sentido), pero no creo que bajase de los 25 puntos y 12 rebotes por choque. Tanto fue así que, tachán, el año siguiente jugó en la Liga ACB con el Girona. Era un '4' a la vieja usanza, que sabía emplear magníficamente su culo para coger la posición, y además atacaba con fuerza el aro. Un tipo listo.

En Caja Badajoz.
Empezó esa campaña 89-90 en Gorizia (Italia), pero en noviembre fue fichado --para sustituir a Marvin Alexander-- por un Valvi Girona en el que también estaban Dusko Ivanovic y Quim Costa. Vaya grupo de veteranos crepusculares. La pena es que tuvo algún problema de lesiones y no la acabó. Eso no impidió que renovase y la temporada siguiente, la 90-91, la disputase íntegra en el Palau Sa Costa (todavía no se había producido el traslado a Fontajau).

En total fueron 58 partidos ACB con 18,4 puntos y 10,2 rebotes. Y, ojo, rondando los 35 años. Prácticamente después se retiró, aunque ejerció un tiempo de entrenador-jugador en la modesta USBL.

Hace poco ha entrado en el Hall of Fame de Saint John's.

Ah, y, por lo que me cuenta un buen amigo de este blog, Ignacio Lorenzo, Carra sigue entrenando con 70 años. A cadetes, en Vallecas.

2 comentarios:

  1. Que buena historia y que bien contada. Antonio sigue entrenando, claro, da igual dónde o a quién. Mientras pueda, seguirá haciendo sudar la gota gorda a sus jugadores.

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