lunes, 31 de diciembre de 2012

George Gervin: El mejor que ha pisado la ACB

Luchando con Ray Smith por recoger un rebote (Foto: Gigantes del Basket)
Una 'delicatessen' para acabar el año.

Empecé hace unos años el reportaje sobre el que gira la entrada de hoy preguntándome una cosa: ¿quién ha sido el mejor jugador de la historia de la ACB? No digo el que más importancia haya tenido para la liga en sí, sino el mejor que se ha visto por nuestras pistas. Esto es algo bastante subjetivo, pero la respuesta, ya lo veréis, solo puede ser una: George Gervin.

Argumenté aquello en algo: si hablamos de influencia en títulos, Audie Norris, Corny Thompson, Luis Scola y Louis Bullock podrían ser candidatos; si pensamos en la fuerza en España, Pau Gasol competiría con Fernando Martín; si el criterio es dominio del basket FIBA, Arvydas Sabonis, Oscar Schmidt y Drazen Petrovic. Pero si miramos el currículum (anterior/posterior), gente como Ralph Sampson, Walter Berry, Kenny Walker, Darrell Armstrong y Rony Seikaly deben palidecir ante 'Iceman'.

Anotando ante Mike Davis (Foto: Gigantes)
Mi reportaje/entrevista a Gervin se publicó en ACB.com y podéis leerlo aquí: http://www.acb.com/redaccion.php?id=43884 Está feo decirlo, pero sin duda es el tipo más importante al que he entrevistado en mi vida: tras llegar de la ABA, logró cuatro títulos de máximo anotador de la NBA (sólo Wilt Chamberlain y Michael Jordan pueden decir lo mismo), fue designado MVP del All Star de 1980; cinco veces incluido en el mejor quinteto de la temporada y es miembro del Hall of Fame (ficha NBA). Una vez le estreché la mano a Moses Malone (qué rugosa, vive Dios) y hablé tres minutos con Alex English. Pero para mí fue más especial esto.

A Gervin le tuvieron por Manresa unos meses. Crepuscular, sí, con 38 añazos, sí. Pero promediando 25 puntos por partido y siendo clave para que el equipo se mantuviese en la ACB. Esa hazaña (la del 'playoff' en Tenerife y la general de sus meses aquí, a las órdenes de un jovencísimo Ricard Casas), se relata detenidamente en el link que os he puesto arriba. Os extracto algunas declaraciones aquí:


“Disfruté jugando en Manresa. Me gustaban el equipo y la directiva. Tenía buenos compañeros –Juan de la Cruz, Jordi Soler, Jordi Singla, Joan Peñarroya, Jordi Creus y el fallecido Pep Pujolrás, entre otros— y conseguimos lo que se nos había encargado hacer: seguir en la primera división. Ayudé a poner al club en posición de poder exigir que se hiciese una nueva arena (el Nou Congost”.
Con los Spurs, hecho un tirillas.


 “Los jugadores de allí han trabajado mucho y ahora muchos de ellos son lo que aquí llamamos “ball players”, tíos que están capacitados para decidir partidos. Creo que es bueno para el baloncesto norteamericano tener esa influencia aquí. Los españoles han probado ya que tienen el nivel suficiente para estar en nuestra liga, eso se ve claramente, sobre todo en el caso de Pau, que es una estrella. Muchos se han dado cuenta de que pueden seguir su ejemplo si siguen trabajando para mejorar”.

“Ahora un equipo que se basa en la defensa como los San Antonio Spurs puede ser el campeón. En mi época estábamos más centrados en el ataque y eso probablemente era mejor para el espectador. Es el gran cambio que se ha producido”.

“No echo de menos la pista. Tuve mi momento. Disfruté el tiempo que tuve como jugador y entrenador y no puede decirse que me fuese mal. La única pena para mí es no haber ganado un anillo de la NBA”.

"Realmente para lo que jugamos es para tener una influencia positiva en los niños. A ellos siempre les recomiendo que se eduquen, que no pierdan clases. Es lo más importante. Da igual el deporte que practiques o el reto que te pongas: para lograrlo siempre tienes que emplear tiempo y esfuerzo”.

Reciente.
Como complemento al personaje, en Solobasket publicaron hace no mucho un artículo de Joan Peñarroya sobre él dentro de la serie "¿Por qué era tan bueno...?".  Cuenta cosas realmente buenas, y curiosas.

En fin, un grande, una megaestrella, que, es lo más destacable de todo, no vino a pasearse.

También tiene una historia su hermano Derrick, que se hinchó a anotar en Córdoba durante dos temporadas. No llegó a debutar en la ACB, pero hubiese estado bien. También cuento cosas de él en el reportaje.

Os dejo con un vídeo del gran Iceman. Hay muchos en Youtube. He elegido uno casi al azar. Feliz 2013.


domingo, 30 de diciembre de 2012

Conner Henry: 'Raza blanca-tirador' amante de Valencia



Expresivo gesto como técnico de los Perth Wildcats. Ahora es ayudante en los LA D-Fenders.
Recién llegado a Valencia (1992).
Fue estupendo ver durante cuatro años a Conner Henry por aquí. Al igual que sucede ahora con Carl English, Jaycee Carroll o Alberto Corbacho, hay algo de hipnótico en ver a un tío saliendo de un bloqueo y levantándose para enchufarla de lejos en un abrir y cerrar de ojos. Henry era eso, lo que Andrés Montes llamaba "raza blanca-tirador", un prototipo absolutamente necesario para cualquier equipo que se precie. Es algo tan antiguo como el baloncesto: lo importante es tener puntería. Luego están las pizarras y demás. Pero cuando estás solo, hay que meterlas.

Henry impartió su magisterio dos años en el Valencia Basket (92-94) y otros dos en el Festina Andorra (94-96). A Valencia había llegado con un muy buen currículum, porque, aunque salió en un lejana cuarta ronda del 'draft', consiguió hacerse un hueco primero en los Houston Rockets y después, dos temporadas, en los mismísimos Boston Celtics, aunque por entonces no estaban muy allá. También tuvo estancias en Milwaukee y Sacramento antes de desembarcar en la ACB. 93 partidos en la NBA y 3,3 puntos. Ya sé que no es mucho, pero...

Tirando en Andorra.
Pero está claro que un tío de sus cualidades tenía que triunfar por aquí. En Valencia guarda sus más vivos recuerdos. En los últimos años se ha dedicado a entrenar (incluso en Australia) y ahora es asistente en el equipo vinculado a los Lakers, Los Angeles D-Fenders. Quizás haya tomado como referencia al técnico que tuvo en la Fonteta, Manu Moreno. "Era un entrenador duro, pero no obstante también era muy justo con todos los jugadores", me escribe Henry desde California. "Me trataba con mucho respeto y me permitía una gran libertad en la cancha", añade.

Como bien recuerda, aquel era un Valencia en crecimiento. "Era un gran equipo de jugadores españoles como Salva Díaz y Juan Carlos Barros, junto a americanos como Eric Johnson, Larry Micheaux y Brad Branson". Su problema fueron las lesiones. En la primera temporada se perdió algunos partidos y en la segunda sí tuvo una grave rotura que le impidió acabar la campaña, siendo sustituido por Tim Breaux. "Ibamos muy bien cuando eso sucedió. Habíamos ganado al Barcelona y al Madrid, que tenía a Sabonis".

Otro recuerdo que le queda de Valencia fue su gastronomía... y su noche. "Había un restaurante italiano que se llamaba Pavaroti's, con el propietario Alfonso. Había muchos lugares para comer paella y por supuesto la fiesta bebiendo hasta tarde con el equipo. Lo pasamos genial", remarca.

En Andorra volvió bastante recuperado de la lesión y también tuvo dos años rondando los 20 puntos con buenos porcentajes. Pero el club vivía en ese momento su decadencia económica. Henry salió de España y no regresó, consiguiendo buenos contratos en Grecia y en Italia.

sábado, 29 de diciembre de 2012

Enrique Saludador: Inacabado rascacielos manchego


Huesca, 92-93.
Enrique Saludador fue uno de esos proyectos de pívot que no triunfó. Medía 2,11, pero solamente pudo llegar a jugar apenas cuatro partidos entre el Breogán (89-90) y el Huesca (92-93). Manchego, también estuvo en las categorías inferiores del Real Madrid, con cuyo primer equipo entrenó a menudo como junior en la temporada 88-89, la de Drazen Petrovic y Fernando Martín juntos.

Había una cierta obsesión (lógica, por otra parte) por encontrar a interiores que llenasen la gran falta de centímetros que había en aquel entonces en el basket español. Se trabajó mucho con el chico, pero, por lo que sea, no cumplió con las expectativas. Las lesiones tampoco le ayudaron. Jugó el Mundial sub-22 con una selección B de España en Teruel.

En una entrevista en la radio de la Federación de Baloncesto de Castilla-La Mancha, Saludador cuenta su historia. Os la extracto un poco.

"Empecé en el basket en el colegio de Alcázar de San Juan. Con 14 años ya medía ya dos metros. Vicente Paniagua me lleva a Madrid y paso la prueba".

Ahora, en su Facebook.
"La humildad tiene que estar ante todo. En todos los equipos en los que he estado, la estrella era el primero que llegaba y el último que se iba.  Drazen Petrovic se pudo haber marchado antes a la NBA. Y Fernando Martín era súper duro. Tienes que entrenar duro e intentar parecerte a ellos, para ver si puedes conseguir una oportunidad".

"El año siguiente salí cedido al Breogán. Estuve bien, pero jugué muy poquito. Entrenaba cinco o seis horas diarias. Siempre me arrepentí de haberme ido, porque me intentaron renovar. Pero pensé que podría jugar en otro sitio. Estuve muy a gusto, mejor en ningún lado. Coincidí con Manel Sánchez, que tenía el mismo perfil que Drazen: llegaba el primero y se iba el último. Parecía un chico de 18 años".

"Después fui a Primera B a Huelva. No fue mala temporada. Jugué minutos, aunque no lo deseado. Jugamos el 'playoff' de ascenso. Luego me quedé en blanco. No culminaron las ofertas que tuve de Tau y Forum y me quedé colgado. Me fui a Cuenca, de Primera Nacional, donde estuve fenomenal. Volví a dar el salto a ACB a Huesca, donde sufrí varias lesiones. Entrenaba siete u ocho horas diarias. Decidí colgar las botas a nivel profesional. Tanto estar fuera de casa... Intenté acabar los estudios".

"Regresé a Alcázar y me puse a trabajar con mi madre en su farmacia. Rechacé ofertas para jugar en Portugal, jugando con equipos de la zona. No me arrepiento de haberlo dejado tan pronto. Pensé sobre todo en entrenar cantera, sí es algo que me llama".

"¿Qué me ha dado el baloncesto? Muchos amigos con los que sigo en contacto".

viernes, 28 de diciembre de 2012

Chandler Thompson: Mito en la adolescencia ourensana (por Cobi Sobrino, firma invitada)


Intentando machacar
sobre Sabonis...
...Y minutos después atizándole en una famosa bronca en un
Real Madrid-Coren  Ourense en el Palacio de los Deportes.

En 1992, tuve la fortuna de que el equipo de la localidad donde vivía estaba en la ACB y era un asiduo al Pabellón Paco Paz, donde jugaba el recién renombrado Coren Ourense (antiguo Caixa Ourense). En aquella época sin twitter, sin internet popularizado, sin la multitud de páginas dedicadas al baloncesto, la única fuente fiable, aparte de la revista Gigantes del Basket, que cada semana devorábamos era el periódico local. Aquel lejano verano se anunciaba que los tres fichajes americanos del equipo eran Clarence Kea (al que ya conocía de Murcia), un base llamado Andre Turner con experiencia NBA (eso eran palabras mayores de aquellas) y a un tal Chandler Thompson llegado de la NCAA, de Ball State. El caso es que desde un principio --e imagino que porque durante aquellos años yo mismo jugaba federado en la posición de escolta-alero-- me decante sin dudarlo por nombrarle mi jugador favorito. Esta es su historia.

Thompson nació un 2 de febrero de 1970 en la pequeña localidad de Muncie, en el estado de Indiana.
Ya desde bien joven demostró aptitudes para el deporte de la canasta y así en 1988 con su instituto Muncie Central se proclama campeón estatal (Indiana) anotando 21 puntos en la final contra los Concord de un espigado Shawn Kemp, que luego se convertiría en un icono NBA. Durante esa época Thompson llegó a promediar más de 24 puntos, 11 rebotes, 5 asistencias, 4 robos y 2.5 tapones, lo cual le llevó a quedar segundo en la elección de Mr. Basketball del estado por delante del propio Kemp.

Uno de los concursos de mates de la ACB que ganó (Foto: Gigantes del Basket)
Su siguiente paso sería la Universidad de Ball State, donde jugó tres temporadas (1989-1992). Cada temporada en el torneo NCAA sale una "cenicienta," una universidad con la que nadie cuenta y se cuela entre los mejores dejando para la posteridad un legado de grandes hazañas. Esto pasaría en la temporada 1989-90 cuando en primera ronda se cargan a Oregon State --donde jugaba el Jugador del Año Gary Payton-- gracias a los 24 puntos y 14 rebotes de Thompson y una canasta de Ball State en el ultimo segundo. En segunda ronda toca un hueso duro de roer como Louisville, pero Thompson lidera una vez más a los suyos con 15 puntos y 6 rebotes. Sin tiempo para celebrarlo, se iba al hospital para asistir al nacimiento de su primera hija y dos días mas tarde, Ball State llegaba al Sweet Sixteen (primera y única vez en la historia de la universidad), donde se enfrentaba a la todopoderosa y a la postre campeona UNLV de Larry Johnson, a la que pusieron contra las cuerdas hasta el final. Perdieron solamente de dos puntos con otra tremenda actuación de nuestro personaje (21 puntos) y uno de los mates más recordados de la historia del torneo final que podéis ver aquí:


Ball State no llegaría nunca más a esas cotas ni al torneo NCAA y quizás eso le costó no salir elegido en el 'draft' NBA en 1992, aunque si lo hizo en el de la CBA (la precursora de la actual D-League).

Con el Estudiantes.
Como decía anteriormente en el verano de 1992 de la mano de Tim Shea (entrenador del Coren) llegaba a España un americano que más tarde se convertiría en uno de los mejores de la competición. Su llegada fue un 'shock' cultural, tal y como me contaba el propio Thompson en la entrevista que le realicé para mi blog: ver el jamón colgado de las paredes de los mercados y demás fue suficiente para que apenas comiese otra cosa que pizza en su primer año en nuestro país. ¿El pulpo? Ni lo tocaría hasta años después en Madrid. En Ourense fueron tres temporadas (1992-1995) donde primero con Turner y luego con Darrell Armstrong formó una de las parejas mas espectaculares y dinámicas que se hayan visto. Su atleticismo le sirvió para ganar cuatro veces el concurso de mates y de formar parte de los 'highlights' de la liga semana sí, semana también. El equipo llegó a los playoffs por el título codeándose con los gallitos de la liga, algo que los que lo vivimos in situ todavía recordamos con gran cariño. La vida podría haber sido diferente, como él me contaba, ya que a pesar de haber pasado por varias ligas de verano estadounidenses (lo mas cerca que estuvo de fichar por NBA fue con los Bucks) nunca le dieron la oportunidad que el realmente se merecía.

Otra con el Estudiantes, posterior.
El siguiente paso era un grande de la competición y así llegaba al Estudiantes en 1995. En Madrid estaría 5 temporadas (1995-2000) mostrando galones desde el inicio en una época dorada del club con cuatro semifinales de liga, una Copa del Rey y el subcampeonato de la Korac en 2000. Su última temporada sobre todo estuvo marcada por las lesiones que le hicieron perderse numerosos partidos  y le forzaron al final a buscarse las habas fuera de nuestro país después de tantas temporadas.
Fueron un total de 286 partidos en la ACB con 4898 puntos (17.1), 1442 rebotes (5.0) y mas de 327 veces colgado de los aros españoles.

Su siguiente parada sería en Grecia, pero problemas burocráticos, es decir, un equipo que dice que te paga y luego no cumple le llevaron a emigrar a Italia. Llegaba al Fabriano Basket (2000-02) después de un “try-out” de un partido. El bueno de Thompson no solo ganaba el partido para Fabriano con dos tiros libres con el tiempo cumplido. ¿Resultado? Contrato garantizado de dos temporadas y campeonato de A-2 con el consabido ascenso. Después pasaría al Udine y Scafati (2002-03). En 2004 hacía las maletas con destino a la gélida Rusia, donde solo jugó media temporada. Volvería a Italia con el Rimini para la 2004-05. Sería su ultimo equipo en Europa antes de volver a la ABA de la mano de los Indianápolis Alley Cats, donde jugó dos temporadas (2005-07). Le dio tiempo a ser All Star y elegido en el Quinteto Ideal de la temporada. Aunque hizo números espectaculares, quedaba segundo en la votación general del MVP.
Ahora.

Al mismo tiempo, en 2006 comenzaba a hacer sus pinitos en los banquillos de varios institutos locales ganando experiencia cada día para en esta temporada colocarse como entrenador asistente del gran Jack Keefer del instituto Lawrence North, de donde han salido recientemente jugadores como Greg Oden o Mike Conley.

Retomando lo del verano de 1992 cuando Chandler Thompson llegó a tierras ourensanas, recuerdo como me impresionó su facilidad para destrozar el aro, cómo era imparable una vez que iniciaba su salto de cara a canasta. Fueron multitud de partidazos que se marcó delante de mis incrédulos ojos. En aquel entonces (13 años y ni idea de inglés) no se me hubiese ocurrido dirigirle la palabra, pero hace unos meses le llamé para para charlar con él. Resultó ser un tipo muy simpático, afable, con ganas de ayudarme. Un crack como jugador y como persona. Hasta siempre, Chandler.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Trevor Wilson: Era ala-pívot y ahora es 'poli'


En unos 'playoffs' entre el OAR y en Joventut, temporada 92-93. (Foto: Gigantes del Basket).

Trevor Wilson es un americano muy recordado en el OAR Ferrol, el único equipo de toda su carrera en el que permaneció dos temporadas seguidas (91-92 y 92-93). Era blanco, pero espectacular. Un '4' de los que corría el contraataque para machacar con fruición y al que no le faltaba tiro exterior. Salvando las distancias (que quizás tampoco las hubiese, vistos algunos datos), era un tío bastante parecido a Joe Arlauckas.

Wilson, vistas las fotos y su estilo de juego, cuadra con su 'nacionalidad' californiana, un poco a lo surfero. Alcanzó dos sueños de todo tipo nacido en L. A.: jugar en UCLA y en los Lakers, aunque obviamente dispuso de muchas más opciones en los míticos Bruins. Tras ser elegido por los Hawks en la segunda ronda de 1990, apenas dispuso de 25 partidos con ellos, por lo que se vino a Europa a buscarse las castañas y ganarse un regreso a la NBA que finalmente se produjo.

Uno de sus cinco partidos como Laker.
Pasó por Verona cuatro partidos antes de llegar al OAR, donde en la primera temporada gustó mucho (18,2 puntos y 8,2 rebotes) y en la segunda 'se salió' (20,0 y 7,4). Eso le sirvió para volver a América en 1993 y poder debutar con los Lakers, que sin embargo le empaquetaron pronto hacia Sacramento, donde duró algo más. También Philadelphia le dio una oportunidad el siguiente año, pero se quedó en 103 partidos (5,3 puntos). Aquí está su ficha NBA completa por si os da la tontería.

En la 94-95 tuvo su segunda y exitosa etapa en la ACB, ya que contribuyó decisivamente, como sustituto del lesionado Dyron Nix, a que el Huesca mandase al descenso al Valencia en el 'playoff'. ¿Suena raro ahora escribir esto, no? Wilson logró 16,8 puntos y 8,3 rebotes.

Tras buscarse un poco la vida por ahí (CBA, Francia...), Wilson dejó un pésimo sabor de boca con su tercer equipo español, el Cantabria Lobos, en 1998. Entró por Jerome Lane con el objetivo de suponer un revulsivo y solo duró tres partidos por sus 8,3 puntos y 3,3 rebotes. Se 'jubiló' tras jugar en Turquía, en el Ankara, en la 98-99.

¿Y qué es ahora? Lo del título no era broma: es policía en las calles de Los Angeles. No ha sido fácil 'googlear' esto: se le menciona de pasada en este artículo sobre un compañero, pero poco más se puede encontrar sobre su vida actual, más que esta foto de bajo que colgó un amigo suyo en plan homenaje. No se conserva mal el tipo. Seguro que todavía es capaz de meterlas para abajo. 


miércoles, 26 de diciembre de 2012

Jesús Peña: Otro producto del 'Carranque'

Dirigiendo el cotarro.
Hay que ver lo especial que tuvo que ser aquel proyecto del Mayoral Maristas que todos los que pasaron por él hablan de ello con un cariño extremo. No era un club más, desde luego. La mezcla entre los jóvenes captados por todo el país por Javier Imbroda y dos extranjeros comprometidos y espectacular como Ray y Mike Smith dio como resultado una aventura que duró bastante y que sembró la 'locura' por el basket en Málaga de las dos últimas décadas. Fusionarse con el Caja de Ronda/Unicaja fue la culminación, aunque quizás por el camino se perdiese algo de encanto.

Hace poco han hablado sobre ello aquí en primera persona Carlos Elejabeitia y Miguel Luna. Hoy es el  turno para Francisco Jesús Peña, otro de los 'secundarios' de lujo criados en Carranque. Era un base cerebral, bastante físico (1,92), con fama de muy obediente. De los que, cuando pintas una jugada en la pizarra, sabes que la va a ejecutar. O al menos intentarlo.

Ahora.
Quizás su carrera se vio condicionada por la eclosión de lo que posteriormente sería todo un 'grande' del basket español, Nacho Rodríguez, sin duda el mejor producto salido del Maristas. De hecho, Peña empieza la temporada 89-90 como teórico titular, pero se ve desplazado del protagonismo por Nacho en el transcurso de ella.

De hecho, después de aquella campaña, tras cuatro en la plantilla (dos en Primera B y dos en ACB), salió durante un año a Badajoz, regresando posteriormente en la 91-92, la última antes de la fusión. 91 partidos en la máxima categoría con 3,8 puntos en 20 minutos. No está mal. Sus dos últimos años fueron en Melilla (93-94 y 94-95).

Como Elejabeitia y como Luna, Peña recuerda sobre todo "el grupo que formamos en el Mayoral Maristas", que, según dice "sin hacer ruido alguno, nos plantamos en la ACB con un grupo de jugadores desconocidos. Poco a poco, nos hicimos un nombre, unos más que otros, lógicamente. De todo lo anterior se formaron unas relaciones personales muy importantes que, a día de hoy, se siguen manteniendo". También destaca que "la experiencia de poder jugar contra mitos de nuestro deporte es algo impagable".

Actualmente sigue mandando, como lo hacía en la pista, supongo que de forma muy ordenada: es jefe de Planficación de la Autoridad Portuaria de Málaga.

Por cierto que hace unos días, excomponentes del Mayoral Maristas y el Unicaja jugaron un amistoso benéfico.

Os dejo con una foto de plantilla de aquel Mayoral Maristas.


martes, 25 de diciembre de 2012

Víctor Anger: 'Parche' en ACB, 'grande' en Primera B

Victor Anger jugó cuatro temporadas con tres equipos distintos en la ACB y solo en una de ellas lo hizo de forma completa: o bien sustituyó a otro americano o bien fue sustituido. Duro, ágil y espectacular, no se trataba de un mal jugador, pero se le asoció mucho más con la Primera B que con la máxima categoría.

Me he puesto un poco a indagar sobre él y, resignado, lo mejor y lo único que puedo hacer es 'vampirizar' un artículo absolutamente magistral de un blog sobre el pasado del Obradoiro llamado El Obra tiene historia. Precisamente, como Anger jugó en Santiago en 1989 en Primera B, le han dedicado un capítulo repasando toda su trayectoria de forma exhaustiva. Voy a extractar algunas partes, pero os recomiendo que lo leáis entero porque está cu-rra-dí-si-mo.

Salto inicial con Belostenny.

...Se formó en la universidad californiana de Pepperdine, la misma por la que pasó fugazmente Antonio Martín. Es uno de los jugadores que más partidos ha disputado (113) y más puntos ha anotado (1.076) en su historia. También figura como el 4º máximo taponador (138) y el 8º jugador con más minutos disputados, casi 3.500. Formó parte del equipo que jugó contra la URSS en la gira que el combinado soviético hizo por Estados Unidos en 1982. Los americanos perdieron 116-111 y Anger participó en el salto inicial con Belostenny.

...Elegido en la séptima ronda del draft del 84 por Portland, donde no encontró sitio. Su primer destino europeo fue Bélgica. Con el Renault Gante le clavó 36 puntos al OAR Ferrol en la Copa Korac. Unos días después (finales de enero de 1985) firmó por el Espanñol, donde ayudó con unos muy buenos 24,5 puntos, 10,2 rebotes y 1 tapón a salvar la categoría.

Con el Caja Madrid en Primera B.
...Aquellas buenas prestaciones le llevan a seguir en ACB con el Cacaolat Granollers en la 85-86. Finalizó la temporada con una media de 17,5 puntos y casi 8 rebotes por partido, pero no renovó y se incorporó al Breogán. En el blog se cita a Tito Díaz, al que ya rendimos homenaje aquí. "Era un ala-pívot muy móvil, con unas condiciones físicas increíbles que le hacían muy rápido, explosivo en las salidas y con una capacidad de salto impresionante. Pegaba unos mates (...). Era buen defensor. Por ser fuerte y rápido al mismo tiempo podía defender a pívots abiertos e incluso fajarse cerca del aro con pívots más grandes. Y salía muy rápido al contraataque. Me dejó un gratísimo recuerdo, fue un gran profesional y mejor persona". Sin embargo, fue cortado en diciembre, pese a sus buenos números (20,8 puntos y 7,3 rebotes).

...Llega entonces al Pacharán La Navarra en su primera experiencia en Primera B, donde pasa al Tradehi Oviedo, de la misma categoría, en 1987. Tras mostrarse dominador, le reclama el 'gallito' Caja Madrid, que buscaba volver a la ACB. Pese a su gran temporada, no lo logró, perdiendo en un quinto partido contra el Caixa Ourense de Nacho Suárez.

...En 1989 llegó al Obradoiro, con un resultado que se califica como "inmejorable" (con una media de 23 puntos y 11,5 rebotes en liga regular), incluyendo partidos tremendos como el que que firmó ante el Caja Badajoz (38 puntos y 15 rebotes, y victoria con una última canasta suya). El equipo de Santiago perdió el 'playoff' decisivo ante el Murcia y no subió... hasta 20 años después, cuando la justicia le dio la razón por la famosa alineación indebida de Esteban Pérez.

...Anger estuvo dos años más en España: en la 90-91, en Badajoz y en la 91-92, en un Hospitalet con graves problemas económicos. A mitad de campaña tuvo la opción de despedirse de la ACB en Granollers, donde jugó 14 partidos supliendo al lesionado Kenny Walker.

Ahí le tenéis, a la derecha, en un acto benéfico de su empresa, State Farm.
...¿Y ahora? Tras acabar su carrera universitaria en Pepperdine comenzó a trabajar en 1994 en State Farm, la segunda compañía financiera y de seguros más importante de Estados Unidos. En la actualidad es su vicepresidente, controla para su empresa las áreas de Washington, Maryland y Virginia y vive cerca de la capital.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Pedro Ramos: Fijo en la zona y en el basket tinerfeño

Temporada 88-89.

Pedro Ramos es otro de esos simpáticos exjugadores canarios que me ha ayudado a contar su historia. La verdad es que es llamativa la cantidad de basket (retro y actual) que se respira por aquellas tierras. Y el carácter sus gentes es excepcionalmente abierto.

Ramos, pívot de 2,02, solamente jugó 28 partidos en ACB, 8 con el Tenerife N1 en la 88-89 y 20 con el Caja Canarias en la 90-91. Él mismo nos habla de sus inicios. "Llegué un poco tarde al baloncesto. Supongo que como muchos chicos altos, en mi segundo año de instituto y por mi estatura me propusieron el comenzar a entrenar con un equipo. Fue en los juveniles del Nautico donde comencé   en este mundo tan apasionante".

En su primer año ya participó en una de aquellas 'operaciones Altura' de la Federación Española de Baloncesto. Fue en Lugo. "Por ahí andábamos compartiendo entrenamientos con gente como Xavi Crespo, Juan Antonio Orenga, Javier Ibáñez,  Francisco Javier Zapata... En mi segundo año de juvenil ya participe en el Campeonato de España celebrado en Valladolid, donde fui escogido en el equipo del campeonato". 
Ahora.

Su progreso no paró ahí. Aún junior se integró en la plantilla profesional del Náutico de Primera B. Luego pasó a ser el Tenerife, donde estuvo hasta 1990. En la 90-91 pasó al Canarias. Las tres siguientes las pasó en San Isidro (91-92), Náutico (92-93) y CB Tenerife (93-94). Como se ve, no salió de la isla para jugar. 

Fue entonces cuando decidió retirarse y emprender una carrera profesional al margen del baloncesto. "Lo eché de menos, pero había que tomar una decisión y así hice", remarca. De hecho, siguió compaginando durante años su trabajo con ligas de nivel amateur y también entrenando en categorías inferiores. También ha colaborado en radio y televisión comentando partidos.

"Le agradezco al baloncesto que junto con los estudios y la educación recibida en casa me aportara valores importantísimos como son el sacrificio, el esfuerzo, la dedicación plena a tu compromiso.
También agradezco que me haya permitido conocer a mucha gente y lugares, de los que guardo muy buenos recuerdos", remarca.

"Sigo el baloncesto asistiendo a partidos y a través de toda la prensa que tengo a mi alcance. Y mantengo relación con muchos de los que fueron mis compañeros", apostilla Ramos, que desarrolla su actividad profesional ocupando la dirección financiera y administrativa en una empresa que se dedica a la distribución de energía. Además, comparte sus ratos libres entre familia y amigos. "Recorro las islas practicando senderismo y formando parte de un grupo de folclore canario". 

domingo, 23 de diciembre de 2012

Nate Higgs: Vaya web que tiene el terror de los aros

Momento de gloria en el All Star de 1999.

Estaba buscando algo de documentación extra para escribir hoy de Nate Higgs y me encuentro con esto: su página oficial.  No soy muy estudioso de esto, pero es probablemente la mejor (o una de las mejores, seguro) de un jugador del baloncesto español. Porque Nate es americano, sí, pero lo hemos adoptado como nuestro después de tanto tiempo machacando aros entre nosotros. Parece haber encontrado en España su lugar en el mundo... Y no será porque no haya probado sitios. Veamos.

Higgs es conocido sobre todo por haber ganado el concurso de mates de la ACB en 1999 en lo que fue su único año en la liga. Lo logró además 'en casa', cuando jugaba en un TDK que por entonces le adoraba por su espectacularidad anotadora y que acabó cortándole, dejando su trayectoria vital en la competición en esos 26 partidos. Fue un gran concurso de mates que podéis revisitar aquí debajo. El tío realmente se lo curró, aunque lo de saltar por encima de una bota gigante fue una clara maniobra publicitaria:



Hasta llegar a ese momento de gloria (efímera), el tipo no debió tenerlo fácil. Jugó en las ligas menores de su país (CBA y USBL) y en las competiciones de Suecia, Chipre, Argentina, Puerto Rico, e Israel. En la 99-2000 llegó a Manresa, que le sustituyó por Tony White pese a sus 13 puntos de promedio. Había serios problemas clasificatorios en el Nou Congost.

Después, otra vez la vuelta al mundo: la ABA, de nuevo Israel y Puerto Rico, un contrato temporal en Italia... hasta que en el 2003 regresó a España para hacerse un fijo en las competiciones menores federativas. Y cuando digo menores, me refiero a LEB Plata, LEB Bronce y EBA, donde ha jugado hasta la pasada campaña con 43 tacos. Aquí su ficha FEB.es. 

Afincado en Barcelona, cuando contacto con él se explica todo lo de la web: me cuenta que diseña páginas a nivel profesional. "Estoy bien. haciendo mi vida, tranquilo y lejos del círculo, jajaja. Tengo una empresa de diseño gráfico. Estoy feliz con lo que estoy haciendo, con clientes por todo el mundo".

Siempre risueño.
Preguntado por el famoso concurso de mates, lo considera "un buen momento" y un motivo más para estar feliz "porque la gente disfrutó". "Pero tuve muchos más momentos de éxito en el mundo del basket. Y fallos también. Si no, no hubiera sido una vida real. Pero sigo bailando, con una sonrisa, aprendiendo cosas nuevas cada día", añade.
Enfrascado ahora en una disputa judicial espinosa, se nota que es de los que mira al futuro siempre con optimismo: "Tengo ofertas para seguir jugando, pero la vida es mucho mucho más que baloncesto. Ayudo a los jóvenes cuando me preguntan, pero ahora mi tiempo es para otra música".

sábado, 22 de diciembre de 2012

Greg Foster: Temporero en Lugo y fijo en la NBA


Campeón con los Lakers en el 2001.
He de confesar que me encantan las historias de los jugadores que en España han pasado más o menos inadvertidos y que luego en la NBA se han hecho fijos. El ejemplo más claro os lo puse hace ya hace algún tiempo con Bo Outlaw, pero hay algunos más. El que hoy os traigo es el de Greg Foster. Sí, señores, "ese" Greg Foster, el que vimos en tres finales de la NBA repartiendo estopa y ganando una de ellas, la del 2001, con los Lakers de Shaq y Kobe.

Foster, salta la noticia, jugó siete partidos en el Breogán de la temporada 89-90. Después, hasta su retirada en el 2003, estuvo siempre en la NBA, con la única excepción de la campaña 93-94 con el Papagu griego. En casi ninguno de sus múltiples equipos de la NBA (nueve, nada menos) fue realmente importante, con un 'pico' de 18,5 minutos en la 97-98 con Utah Jazz. Pero ahí lo tenéis, 656 partidos en total y 12 minutos de promedio (3,5 puntos y 2,3 rebotes).

¿Cómo fue que acabó en España en 1990, durante la parte final de la campaña? Era una operación que sucedía a veces: un jugador terminaba la temporada en su universidad y, a la espera del 'draft', se estrenaba en el profesionalismo en algún conjunto europeo necesitado. Esos siete partidos se comprimen en menos de dos meses: tres de liga regular y cuatro de un 'playoff' de permanencia resuelto favorablemente por el Breogán ante el Caixa Ourense (3-1). Su pareja interior con George Singleton daba miedo, imagino.

No he encontrado ninguna foto suya vestido de celeste. Lo máximo, este recorte de Gigantes en el que se dan detalles sobre su fichaje.

Quizás la imagen que tengamos de Foster sea la de un especialista defensivo gracias a su corpachón y sus 2,11. Pero en Lugo también demostró que sabía anotar (17,7 puntos), además de coger rebotes (10,0). Hay un dato que hace pensar que no tenía la muñeca tan de madera: tanto en la ACB como en la NBA rondó el 80% en tiros libres, lo cual, para un interior, es fantástico.

Es curioso que en la actualidad haya algo que en cierto modo le relaciona con su salida hacia Lugo en aquel lejano 1990: recientemente terminó su carrera en la Universidad de Texas-El Paso, donde ahora ejerce como entrenador ayudante. Aquí os dejo con el momentazo de su graduación.



viernes, 21 de diciembre de 2012

Darrell Lockhart: El profesional que se enamoró de Bilbao y Sevilla

Caja Bilbao, temporada 87-88 (Foto: Gigantes del Basket)
Darrell Lockhart. Muy difícil o imposible encontrar alguien que suelte media palabra negativa sobre él, uno de los americanos más rentables y profesionales de los llegados a España de siempre. Tardó mucho en empezar a triunfar de verdad en el baloncesto, pero cuando lo hizo formó una excepcional pareja interior con Joe Kopicki en el Caja Bilbao y posteriormente también fue clave en el asentamiento del basket de élite en Sevilla con el Caja San Fernando. En los dos sitios fue muy querido. Y él devolvió ese cariño más allá de la cancha. Su mujer, con la que tiene dos hijos, es española. Ahora vive en su localidad natal, Thomaston (Georgia), y hay una frase suya que lo expresa bien todo: "Siempre hay una parte de España cerca de mí".

En Thomanson es profesor en el 'high school' local, donde entrena al equipo de baloncesto. Se ve que es un hombre constante: no había terminado la carrera cuando vino a Europa y consiguió hacerlo tras completar su carrera profesional. Se licenció en Educación Física. "Realmente disfruto enseñando y trabajando con los niños", asegura, aunque al tiempo reconozca que echa de menos "jugar al baloncesto y vivir en España. Solo tengo buenos recuerdos de todas mis experiencias allí".

El sueño de la NBA le pasó cerca a Lockhart, un tipo grandón (2,07) y duro como una jodida roca que además tenía buena mano desde 4-5 metros. Parecía lento, pero eso lo compensaba con otras virtudes. Tras jugar dos partidos con San Antonio Spurs en 1983, desembarcó en Roma, donde no parece que cuajase por que su siguiente destino fue la floja liga belga. Había probado sin éxito en el Estudiantes.

Cinco temporadas con el CSF.
El momento que lo cambió todo fue fichar por el Caja Bilbao en 1986. Fueron dos años absolutamente gloriosos: 23,5 puntos el primero y 8,8 rebotes el primero y 20,5 y 8,0 el segundo, convertido automáticamente en ídolo del mítico pabellón de La Casilla. A ver cómo lo recuerda él:

"Bilbao fue duro porque no sabía lo que podía esperar. Antes de ir allí, hubo gente que me dijo que era un sitio raro para vivir, que la gente sale tarde, come tarde y se levanta tarde. Una vez que estuve allí descubrí que eso no era la verdad. Estaba un poco nervioso, pero cuando conocí la ciudad e hice amigos sentí como que pertenecía allí. Era, e imagino que sigue siendo, el sitio perfecto para un jugador al que le guste trabajar duro. Recuerdo haber fallado un tiro fácil en un partido y los fans, en lugar de abuchearme, me animaron. Eso es lo que tienen que hacer para que el jugador se sienta a gusto. No podía imaginar un apoyo como ese. Echo de menos la cercanía de su gente y la comida. No soy muy buen comedor de pescado, pero me encanta la carne. ¡Y la de allí es fascinante!".

Tras un añito en Arese (Italia), la ACB le rescató. José Alberto Pesquera sabía que iba a lo seguro en 1989 cuando lo incorporó al Caja San Fernando para sustituir a Pat Durhan. Luego se entendería perfectamente con Brian Jackson. Nada menos que cinco temporadas estuvo Darrell en San Pablo, cada vez con números más bajos (ya estaba en la treintena), pero cada vez más sabio. Escuchémosle:

Dando instrucciones a sus chicos del high school de Thomaston  (Foto: Thomaston Times).
"En Sevilla ya conocía a algunos jugadores porque habían estado conmigo en Bilbao, como Chus Llano y Chinche Lafuente. Los entrenadores y mis compañeros hicieron que me adaptase fácilmente y ellos dos en concreto me hicieron saber que estaba en el sitio adecuado. Sevilla me recuerda un poco a las ciudades del sur en mi país. El tiempo era siempre bueno y todo el mundo te hablaba por la calle. No puedo agradecer lo suficiente a la ciudad el hecho de hacerme partícipe de su modo de vida. Recuerdos especiales. Me sentí como si tuviese un ejército detrás mío cada vez que jugué allí. Me costó un poco adaptarme porque todo el mundo era muy cariñoso con el equipo, pero el equipo no jugaba bien. Entendí que había un poco de nerviosismo alrededor en aquellos días. Pero el club no me presionó, pude relajarme y así acabé jugando mi mejor baloncesto. Conocí más amigos y me casé con una chica de Triana".

Con 36 años, a Lockhart le quedaron cuatro cartuchos más de baloncesto digno en cuanto a números (13 puntos y 7 rebotes, aproximadamente): dos en ACB --Girona (94-95) y Ourense (95-96)-- y otros dos en LEB (Andorra y Los Barrios), donde también dejó su impronta de seriedad y compromiso. Especial es su historia en Ourense, donde clavó un triple en el último segundo del 4º partido de playoff en Gijón que provocó el descenso de los asturianos y la salvación de su equipo. En total, 291 partidos ACB con 17,8 puntos y 7,8 rebotes. Casi nada.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Fernando Angulo: ·El tirador mirandés se 'nacionalizó' canario


Espectacular imagen machacando la canasta.

Defendiendo.
Observo que, sin quererlo, este blog está expresando una cierta predilección por jugadores muy vinculados con el Canarias, o más bien el Caja Canarias, que es como se denominaba el club que ahora ha vuelto a la ACB después de 20 años. A veces me salen las cosas así: mando un montón de correos a gente y los que me responden son los que en principio van saliendo. ¿Qué tendrá esa camiseta amarilla que normalmente sí aceptan salir los que la han vestido?

Hoy vamos con Fernando Angulo, un alero de Miranda de Ebro que, tras debutar en ACB fugazmente con el Tau, quedó 'atrapado' por las Islas Afortunadas cuando desembarcó allí, en 1990. Desde entonces, solamente jugó un par de años en la península, en Badajoz y Fuenlabrada, siendo un habitual del conjunto de La Laguna en distintas categorías. En total disputó 48 partidos en la máxima división (4,1 puntos), siendo más bien encasillado en la Primera B.

Angulo (nada que ver con los hermanos Alberto y Lucio, por cierto) era un alero bastante alto (2,01 oficial) que sin embargo, no tenía en el físico su principal característica, sino que era un triplista nato, de los que aprovechan los bloqueos. Buen jugador de equipo y querido por sus compañeros.

Principios de los 90.
"Recuerdo aquella época a veces con nostalgia", cuenta. "Una vez que me retiré del baloncesto profesional, aquí en Tenerife, estuve mucho tiempo sin ir a ver un partido por la morriña que me suponía. La adaptación a la vida "normal" no fue complicada, pues por motivos familiares y profesionales tenía que hacerlo. Estaba trabajando en la enseñanza, como profesor, dedicando toda la mañana y parte de la tarde, y de ahí tenía que ir a entrenar. Cuando podía, entrenaba por las mañanas, pero se me permitía no asistir por mi trabajo. Pero también mi familia, que no tenía apenas tiempo. Así que lo dejé por necesidad".

Angulo sigue jugando con 45 años en una liga insular de Tenerife que está llena de ilustres veteranos. "Lo he intentado dejar en un par de ocasiones antes pero siempre me han convencido para seguir jugando. No era muy difícil. Aún no nos han arrebatado el título de campeones desde hace 5 años. Yo llevo los tres últimos jugando con ellos".

Ahora.
No es el único deporte que hace. "Intento mantenerme en forma mediante entrenamiento en gimnasio o ir a correr. Procuro, casi a diario, hacer algo de ejercicio".

Continúa trabajando desde hace años en la enseñanza, como especialista en educación física, y desde hace 4 años dirigiendo un colegio en Los Realejos.

Seguiré sacando a tipos del Canarias. Caen bien.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

AJ Bramlett: Agresividad 'ilerdense' en el poste bajo


Con el Lleida.
En Sevilla.
A principios de la pasada década empezaba a ser habitual que los americanos no permaneciesen mucho tiempo en el mismo club. Habla muy bien de AJ Bramlett que estuviese cuatro temporadas en el Lleida (Caprabo, Plus Pujol, como queráis). Había identificación del jugador con la ciudad y de la ciudad con el jugador. No era extraño esto último. Aaron Jordon daba miedo con sus 2,08 y su fiereza cerca de los tableros, uno de esos jugadores que no tiene miedo a luchar por la posición y que luego no se anda con contemplaciones cuando tiene el balón en las manos.

Bramlett fue un hallazgo del Forum Valladolid en la temporada 2000-01. Venía sin mucho nombre, aunque una buena carrera universitaria en los Wildcats de Arizona con los que ganó la NCAA en 1997. Había jugado unos partiditos con los Cavaliers y no había destacado especialmente en la CBA en Lacrosse. En Pucela hizo 14,3 puntos y 8 rebotes y se convirtió en un jugador bastante cotizado en la ACB. En Lleida pasó los cuatro siguientes años rondando los 12 puntos y 8 rebotes. No necesitaba muchas bolas para ser importante. Además, en aquellas plantillas había jugadores ofensivos de sobra.

Su decadencia empezó en Sevilla, donde fue cortado en la 2005-06 tras 16 encuentros. Apuró un poco en Europa (ganó una liga letona con el Riga) y regresó con 31 años a Estados Unidos, desde donde me cuenta varias cosas con mucho afecto hablando de sus recuerdos.

"Estuve alguno de los mejores años de mi vida en la ACB, donde conocí a gente muy especial entre compañeros y entrenadores que hicieron un gran impacto en mi vida. Diría que mis años en Lleida fueron los más especiales por la gente que había en el vestuario y por cómo me adapté a una ciudad pequeña como Lleida. Jugar con tipos como Sergio Ramos, Michael Ruffin, Jaume Comas, Roger Grimau and Bernie (sic) Alvarez y a las órdenes de Edu Torres fue una experiencia increíble".

Con su chica, la actriz Erin Elliott.

"Echo de menos a las personas, a los aficionados, la paella, y el estilo de vida español. La ACB es con diferencia la segunda liga más fuerte del mundo y estoy orgulloso de haber empleado allí siete años jugando a un nivel extremadamente alto. Me gustaría volver a España pronto".

¿Y ahora, AJ? "Trabajo en una empresa llamada Run The Walk. Organizamos campus de baloncesto y tenemos una línea de ropa, organizamos charlas y trabajamos con la juventud a lo largo de todo Estados Unidos.  Ha sido un gran desafío y todavía estamos creciendo, preparando grandes cosas para el 2013". Podéis visitar la web en runthewalk.com y mirar sus vídeos en el canal de Youtube  YouTube.com/RunTheWalk.

Ah, que no lo he dicho. Vive en Albuquerque, en el estado de Nuevo México. Y, para los aficionados a la crónica en rosa, su chica es Erin Elliott, una actriz que ha hecho pequeños papeles en series tan míticas como Breaking Bad. "Una mujer maravillosa", dice AJ.

martes, 18 de diciembre de 2012

Tomás Jofresa: El hiperactivo 'jugón' de Badalona

Con la selección española en una de sus 29 internacionalidades (Foto: Gigantes del Basket)

En un concurso de mates de
la ACB, en 1990 en Zaragoza.
La otra tarde pasé un rato espectacular charlando con Tomás Jofresa. La misma imagen en la cancha que podéis tener todos los que le visteis jugar la traslada a lo personal: es hiperactivo, apasionado y un 'pirao' del baloncesto. Bueno, supongo que como tú o como yo, claro. Por eso estamos aquí ahora.

Muchas veces espero hasta el final para poner a qué se dedica ahora el exjugador de turno. Hoy no lo voy a hacer. 'Tomi' está metido en mil jaleos, y todos parece afrontarlos con una ilusión máxima, con un entusiasmo que contagia. Vive en Cocentaina, una localidad de unos 12.000 habitantes en el interior de la provincia de Alicante, cerca de Alcoy. Y allí es donde tiene su 'cuartel general' desde hace unos años, cuando dejó Menorca. Lleva varios grupos de chavales, enseñándoles baloncesto en actividades extraescolares del Colegio Huerta Mayor. "Empecé con 10 y ya tengo 35. Los padres parecen estar contentos", cuenta. Normal. Los chicos son bastante jóvenes y no le habrán visto jugar. Pero los padres seguro que saben que se trata del base más 'jugón' del baloncesto español de finales de los 80 hasta bien entrados los 90. Y 'fliparán', claro.

Pero no voy a hablar del pasado todavía. Apuntad más cosas en las que anda: durante unos años comentó los partidos del Menorca en IB3 y luego del Lucentum Alicante en Canal 9; colabora con la empresa de Toñín Llorente, Golf Events&Sports, en la organización de distintas actividades, sobre todo enfocadas en Port Aventura; ofrece conferencias; ayuda en el departamento de estadística de la Euroliga verificando el 'play by play' desde casa; participa en campus como el de la ABP; escribe un blog en Solobasket.com...
Celebrando una victoria.

"Intento estar muy activo, claro. Me gustaría que todo fuese a un nivel superior, pero bueno, hay que esperar, seguramente", cuenta, asegurando que ya en los últimos años de su carrera se convirtió en una persona "muy reflexiva" y que su matrimonio le ayudó mucho a ello. "Yo era un jeta dentro de la pista, pero luego fuera era una persona muy familiar", añade.

Desolado tras la final de Estambul.
¿Necesita el ecologista Jofresa presentación? ¿Hablar de sus cualidades, de la importancia que tuvo para el baloncesto español tener un modelo tan diferente como fue el que él representó? Seguramente no: ganó la triple corona continental (Euroliga, Recopa/Saporta y Korac) y dos Ligas ACB, estas con el 'club de su vida', el Joventut, en el que se formó y donde estuvo como profesional desde 1987 a 1996. 29 veces internacional, claro, incluyendo Barcelona-92.

Y todo esto, con la sombra de su hermano Rafa, que era otro tipo de base: con un físico menos poderoso, pero más pausado y seguramente sólido. Tomás tuvo que competir con él tanto en su club como en la selección... "y sobrevivimos a eso". Es fácil imaginar que a veces se producen situaciones complicadas, en la lucha por los minutos, en el fragor de los entrenamientos. "A nivel de carácter también éramos completamente distintos", agrega.

Andrés Montes definía a 'Tomi' como un 'funky man', algo que se reflejaba incluso en su pelo, esa cresta tan ochentera casi de 'blackman' que lució durante una larga época. Y no se puede decir que el chico no haya aprendido de todo lo que le ocurrió en el baloncesto, desde la gloria con el Joventut a unos últimos años de experiencias vitales diferentes en Grecia y Portugal. De hecho, una de sus últimas conferencias gira sobre cómo recuperarse de lo que le ocurrió en la final de la Euroliga del 92, cuando pareció haber anotado la canasta de la victoria pero Djordjevic clavó un triple en el último segundo y le dio el triunfo al Partizán. Menos mal que dos años después se cogieron la revancha con el triple de Corny Thompson ante el Olympiacos. En todo caso, el instante cumbre de la carrera de nuestro protagonista fue éste:


Sí, un robo de balón con canasta posterior que sentenció la primera liga en la etapa ACB ganada por el Joventut. Fue nada menos que en el Sant Jordi en 1991. Aquí se explica muy bien el momento.

En la actualidad.

En suma, un jugador obligatorio, fundamental, de esos que quedan en la retina del aficionado para siempre. Y que no se ha quedado ahí, en la "simple" gloria pasada, sino que lucha cada día por reinventarse desde la  humildad y la paciencia. "Disfruté mucho jugando al baloncesto", destaca. Seguro que aún lo hace cuando de vez en cuando se junta con los veteranos de la Penya. Un tipo como él con un balón en las manos siempre es algo digno de admirarse.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Carlos Elejabeitia: El baloncesto como escuela

Época del Mayoral Maristas.

Carlos Elejabeitia fue otro de esos jóvenes captados por el Mayoral Maristas en los 80 que llenó de frescura el baloncesto malagueño. Es tinerfeño, aunque de raíces muy dispersas (siempre me ha resultado muy sonoro su segundo apellido, Von Spacek-Streer). Era un escolta de 1,95  y mucho coraje que totalizó cuatro temporadas en ACB (tres en el Mayoral y una en el Pamesa Valencia) y también tuvo una experiencia internacional en Brasil.

Al igual que ocurrió recientemente con Miguel Luna, me ha escrito un correo muy cercano reflexionando sobre su trayectoria y también hablando de su vida actual. Os dejo con él directamente. No creo que haya mejor manera de recordarle o, si no lo conociáis, de adentrarse en su vida.

"Echando la vista atrás, puedo reafirmarme en la idea de que el baloncesto fue una enorme pasión durante una etapa de mi vida y una fase muy importante para mi desarrollo como persona. Me ha aportado valores como disciplina, metodología, perseverancia y sacrificio. Me ha ayudado a comprender la competitividad, a sacar el máximo beneficio con unas reglas de juego común o saber bregar con situaciones fuera de la 'zona de confort', conocer y vivir entornos diferentes. La dedicación y el esfuerzo ha venido de la mano de recompensas y satisfacciones, como profesional y como persona. Estas enseñanzas han tenido aplicación en mi vida personal y profesional. En fin, el baloncesto ha sido toda una escuela que me ha ayudado a comprender y tomar conciencia de mi mismo, de los que me rodean y de mi camino.

Saliendo ya del 'bosque de la filosofía', puedo contar que la etapa de Mayoral Maristas la recuerdo con especial cariño. Era un verdadero espíritu de equipo el que nos acompañó durante muchos años. Más aún, eramos una pequeña gran familia la que formábamos jugadores, entrenadores directivos y seguidores, con sus dimes y diretes, como en cualquier otra. Lo mejor: formar parte de un objetivo común, vivir todo el proceso de llegar a la 'cumbre' ACB desde la modesta liga regional, saber encajar y desarrollar el rol que se esperaba de mí dentro del equipo.

Afortunadamente pude vivir un proceso similar en Zaragoza con el Conservas Daroca --aunque quedáramos a las puertas de la ACB-- con José Luis Oliete como entrenador y Jiri Okac, Lucio Angulo, Reynaldo Benito, Salva Guardia, etc como compañeros. Un maravilloso año que compensó en gran medida mucho de lo que como jugador había sacrificado para Mayoral.

En la actualidad.
El de Pamesa Valencia lo recuerdo como un año que, si bien no me ayudó demasiado 'de cara a la galería', contribuyó a consolidar mi bagaje como jugador experimentado para el resto de mi carrera baloncestística. Este equipo, magnífico y el entrenador Manu Moreno, un fenómeno. El año de Zaragoza, los dos años de Burgos y los dos de Alemania fueron años muy completos para mí y me permitieron disfrutar de más aspectos del baloncesto como jugador y como parte de un equipo.

También está el plano de las relaciones humanas que se construyen, las personas con las que vas topando durante todos esos años. Siempre es una satisfacción reencontrarte con compañeros de los equipos de los que has formado parte y jugadores contra los que has competido o simplemente con seguidores que te recuerdan de aquellos tiempos.

Después de una etapa en Alemania durante la que combiné dos carreras profesionales, finalmente me metí de lleno en la gran empresa internacional y estuve trabajando durante 5 años como responsable de compras en una empresa del conglomerado Siemens. Otra fase de la que me llevo muy gratos recuerdos, y en la que tuve oportunidad de aplicar y transmitir muchos de los aspectos y valores que me dio el baloncesto.

Actualmente resido entre Tenerife y Brasil, pues tengo familia en ambos lados del charco. Estoy desconectado por completo del baloncesto desde el punto de vista profesional, aunque en alguna ocasión me han ofrecido retomarlo como entrenador de categorías inferiores en la isla. No creo que vaya a reabrir esa página, pero nada hay seguro. He dedicado los últimos 10 años a la investigación y consultoría en turismo sostenible, siendo mi especialidad el turismo de observación de cetáceos. Otro capítulo apasionante al que me dedico ahora, de forma igualmente intensa que el basket".

Con gente así da gusto hacer esta página.