El joven Outlaw (1993). |
La bizarra historia sucedió en 1993, cuando el Estudiantes incorporó a un desconocido '4' de 22 años y 2,02 por un precio bajísimo. No lo quería para el primer equipo, donde los extranjeros eran Jeff Sanders, Danko Cvjeticanin y, ejem, Guennadi Ouspeski. La idea era tenerle en el filial, que militaba en Primera, con el objetivo de observarle y poder reclamarle en caso de necesidad. En aquel 'Estu' B había gente que llegaría a la ACB con más o menos éxito (Gonzalo Martínez, Paco García, Javier Velázquez, Fran Ruiz). Lo entrenaba Ángel Goñi.
Realmente 'mazas', ¿no? |
Fin a su carrera europea. Sin anotar. Amazing, not? Sobre todo cuando después, a los tres meses, ingresas en la NBA (con un contrato de diez días en los Clippers) y enganchas a partir de ahí 914 partidos, ganando unos 38 millones de dólares en 15 temporadas.
La explicación más sencilla del asunto es que Outlaw no era lo que necesitaba el Estudiantes. Ouspeski era un '3' y para ese puesto era más correcto el jugador que llegó entonces, Bob Harstad. Y otra cuestión es el trabajo que desarrolló después Outlaw en la NBA: era un auténtico currante, un atleta con un cuerpo hercúleo, especializado en aspectos defensivos y reboteadores con escasa responsabilidad ofensiva, aunque hubo años de 10 puntos de media. El perfecto relevo del interior estrella. Sin ir más lejos, lo fue de Pau Gasol durante algún tiempo en los Memphis Grizzlies. Inolvidable cuando se quitaba las gafas para lanzar tiros libres.
En un acto promocional en su puesto de embajador de los Orlando Magic (Foto: Orlando Centinel). |
Se retiró hace cinco años y trabaja para la organización de los Magic como embajador en obras sociales. Quizás, fugazmente, piense alguna vez en aquellos meses en Madrid.
Como el tema Outlaw ya veis que me intriga mucho, he preguntado a Paco García sobre cómo lo vivió desde dentro. Esto dice: "Recuerdo que era un físico extraordinario, que defendía como una bestia y que tuvo la mala suerte que cuando le dieron la oportunidad fue para un rol que no era el suyo. Hubiera sido un gran complemento para un gran equipo. Tipo Glen Whisby, pero mas listo. Reboteaba. Se movía muy bien para recibir la asistencia y sobre todo taponaba muy bien. Era el tipo que más rápido subía de todos con los que he jugado. Se enfadaba si hacías falta a un jugador que penetraba porque el estaba esperando, mirando hacia otro lado, eso sí, para despistar. Un gran tipo que vino para ayudar al equipo de Primera División, un grupo joven recién ascendido".
Veremos si no le pasa lo mismo al amigo Carletton Scott.
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