lunes, 9 de julio de 2012

Chicho Sibilio: El heterodoxo 'asesino' desde 6.25

Haciendo lo que mejor se le
daba sin duda: tirar (blaugranas.com)
El de Cándido 'Chicho' Sibilio es uno de los casos más extraños y fascinantes de la historia del baloncesto español. Su biografía está bastante bien contada en Wikipedia a nivel de datos, pero lo que es difícil de discernir es realmente qué pasó y qué pasa por la cabeza de esta auténtica leyenda. Un tipo fundamental en la infancia-adolescencia baloncestística de una generación en la que me incluyo.

Básicamente, sonroja un poco tener que explicarlo por encima, pero entiendo que los jóvenes no le visteis jugar: Sibilio, una emergente estrella de la canasta en la República Dominicana, fue captado por el Barcelona a finales de los 70 y nacionalizado rápidamente. Con Epi formó una letal pareja de aleros durante una década, tanto en la selección nacional como en el Barça. Pero el matrimonio se rompió y 'Chicho' concluyó su carrera en el entonces denominado Taugrés de Vitoria.

Sibilio era, por encima de todo, el triple. Acusado tradicionalmente de no defender, todo el agujero que pudiese crear en defensa lo compensaba ampliamente en ataque. Con una depuradísima técnica de tiro, se benefició enormemente de que en 1984 la línea de 6,25 se instaurase en el baloncesto FIBA. Lo suyo era un seguro de vida cuando se le daba el balón solo. Instauró una jugada que luego no se ha repetido demasiado, y eso que entonces se tiraba mucho menos de tres que ahora: en un contraataque en superioridad, él se plantaba su territorio favorito e intentaba clavarla, por mucho que lo más fácil fuese penetrar o pasar a un compañero. Impresionante.

Fue un jugador clave, imprescindible, pero también rodeado de un 'malditismo' especial, un  espíritu libre. Renunció a estar en los Juegos Olímpicos de Los Angeles-84. Siempre ha habido distintas versiones para explicarlo: que si era cuestión muy personal de fechas, que si Díaz-Miguel no llevó bien aquel asunto. A la larga, es una lástima que él no aparezca en esa foto histórica. Pero él tampoco parece lamentarlo mucho. Además, su relación con Aíto García Reneses fue muy fluida: acabó apartándole del equipo después de una de las 'finales a cuatro' perdidas ante la Jugoplástica, la de Múnich.

De regreso a la República Dominicana, parece llevar una vida modesta, y eso que en su país es un ídolo. Antoni Daimiel realizó un interesante 'Informe Robinson' sobre él que ha visto todo el mundo, pero que yo recupero aquí por si acaso. Muy recomendable. Aquí lo tenéis en dos partes.


Habla bien claro, bien libre. Como siempre. La última noticia que he encontrado sobre él es que vuelve a entrenar. Un tipo enorme.

3 comentarios:

  1. Sibilio y Larry Micheax eran unos monstruos!!Enormes! irrepetibles!

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  2. Túve el priviligio no sólo de verlos jugar sinó de que fueran mis vecinos.
    ´Chicho vivía con un chavalín(no sé si era familiar..),que llamaba realmente la atención por su belleza y timidez.
    xxIñigoxx

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