Así nos gusta recordarle en la pista. |
Normalmente publico la historia de un jugador o exjugador ACB cada día, pero hoy haré una excepción y voy a por el segundo, 'obligado' por la actualidad. Se ha anunciado esta mañana que Jorge Garbajosa se retira, por lo que he decidido sacar aquí mi pequeña impresión sobre él.
Se me pone delante una excelente oportunidad de quedar como un tío leído. Al igual que Gregorio Samsa se levantó un buen día convertido en insecto (sí, leí "La Metamorfosis", de Kafka, con 14 años, aunque no me enteré de nada), Garbajosa un buen día, a principios de este siglo, se transformó en alguien distinto.
Es un caso como mínimo muy curioso. Todos los jugadores evolucionan a lo largo de sus carreras: unos empiezan jugando por dentro y acaban haciéndolo por fuera y otros, al revés. Unos van cogiendo habilidades que no tenían y con eso atenúan el desgaste físico. Otros utilizan la experiencia para darles nuevos matices a su juego. Pero todo parece paulatino, casi sin darnos cuenta. En el caso de Jorge no fue así.
Sí, es él. |
Garbajosa, nacido en Torrejón de Ardoz hace 34 años y medio y 'colchonero' acérrimo, fue 'captado', como tantos otros, por la cantera del Baskonia. Tenía 13 años y apuntaba maneras en el Juventud Alcalá. Debutó en ACB un 9 de diciembre de 1995 en Huesca en un Tau en el que ya no hay jugadores en activo. Jugó siete minutos y no anotó. Fue una clara victoria, el inicio de otras muchas en su carrera.
Pero en los cinco años que pasó como profesional en Vitoria se pareció muy poco al jugador que conocemos actualmente. Fuerte físicamente y poco arriesgado en ataque, cogió como anillo el papel de 'tercer pívot', de especialista defensivo con gran dedicación en el rebote. En medio de unos números que no eran precisamente llamativos, destaca un dato brutal en este lustro en el Buesa Arena: en total solamente lanzó un triple (y no lo metió).
Reinventándose en Treviso (Euroleague.net). |
Los jugadores españoles habitualmente rajan de la sentencia Bosman. Creen, con razón, que les ha quitado muchos puestos de trabajo. En aquel verano del 2000, Garbajosa apostó por el camino contrario, el que han seguido los menos: volar. Lo hizo a un sitio donde se adora el baloncesto, Treviso, y ahí llegó su reinvención. Del interior tosco, con fama de leñero, que se marchó, regresó cuatro años después un '4' abierto, con predilección casi fanática por plantarse en la línea de 3 y sacar todas las ventajas desde ahí, ya fuese metiendo con buenos porcentajes o encarando con fuerza la canasta tras un inteligente amago.
¿Qué ocurrió aquellos años vestido de verde? Es fácil imaginárselo tirando y tirando en los entrenamientos, mejorando constantemente de la mano de un Ettore Messina que por entonces tenía su prestigio intacto. Fue clave en los éxitos del equipo (dos Legas y dos Coppas, fundamentalmente) y eso le abrió las puertas de la selección, en la que ha participado en todas sus medallas de la 'década prodigiosa' menos en la última, y de un 'grande' de la ACB como el Unicaja en el 2004.
La gran foto de Emilio Cobos (Gigantes del Basket). |
En Málaga nuestras retinas ya lo tienen más ubicado: primero la Copa del Rey (2004-05) y después la ACB un año después, precisamente ante el Tau. En ambas fue absolutamente decisivo. Un jugador imparable que acabó donde acaban los buenos.
Ejerciendo de camarero con Calderón en un acto benéfico. |
Sin embargo, su desembarco en la NBA guarda un poso de amargura que supuso, en el fondo, el principio del fin de su carrera. En noviembre del 2006 viajé a Toronto en su primera semana de competición allí (más bien para ver al paisano José Manuel Calderón, pero también a él) y se mostraba enormemente ilusionado por el reto, pero al mismo tiempo con la tranquilidad del que ya no tiene que demostrar nada. Recuerdo una conversación en la que me decía que no le importaba volver a ser el de la época de Vitoria, que él siempre había sido un currito. Sam Mitchell, su entrenador, tuvo el 'feliz' invento de situarle muchos minutos de alero alto, una posición en la que le costó ubicarse. Aún así, se marcó algún partido como éste, con 5 triples anotados.
Pero ocurrió esto, ese momento que aún nos pone 'la gallina de piel' (no lo he encontrado en Youtube, así que tenéis que darle al link directamente):
En Toronto hubo quien 'reutilizó' el '15' de Vince Carter. |
La lesión marcó el principio del fin de su carrera. Se recuperó precipitadamente para jugar el Eurobasket español y después los Raptors le cortaron, desconfiados de que pudiese volver a ser el mismo. Han pasado cuatro años desde entonces y no se equivocaron mucho. Ni en el Khimki ni en el Real Madrid ni de nuevo en el Unicaja se volvió a ver a ese jugador desequilibrante, aunque mantuvo el estilo y transmitió siempre un enorme compañerismo. Pero es mejor recordarle durante por ese tiempo en el que era él quien mandaba en la pista.
Me alegra que utilices esa foto de Emilio Cobos. Hoy ha sido TrendyTopic en España. Y no tiene novio! maldita crisis...
ResponderEliminar¡¡Qué grande Jorge!! Fue pilar fundamental en muchos de los éxitos de nuestra selección, no tan mediático como Gasol o Navarro, pero me atrevo a decir que, en determinados momentos, su aportación estuvo por encima de la de éstos. Muchas veces pienso que si no hubiera sido por esa maldita e impactante lesión, habríamos tenido otro all-star español y para rato.
ResponderEliminarMe declaro profundo admirador del de Torrejón y espero que le vaya genial en su nueva vida.
Mi primer recuerdo de Jorge Garbajosa es de esa temporada 95/96 en la que debuta en ACB, pero con el filial del Baskonia. Era la temporada posterior al descenso de categoría del Breogán, y estábamos enclavados en el mismo grupo, el A. Por aquel entonces creo que el equipo se llamaba Arrasate (o un nombre parecido, no estoy seguro). En aquel equipo estaban los dos Cazorla y... Jorge Fernández (el actual presentador de La ruleta de la fortuna).
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