A Navarrete se lo trajeron a principios de los 90 a Málaga, igual que ocurrió, por ejemplo, con Marcelo Nicola a Vitoria casi al unísono. Era una época en la que no era fácil que los sudamericanos jugasen como nacionales (es decir, no era tan fácil encontrarles el pasaporte italiano de turno y hacerles pasar como comunitarios). Así es que la táctica era ficharlos muy jóvenes, cuando apenas eran cadetes o juniors, y esperar pacientemente a que obtuviesen la doble nacionalidad española.
Fredy tenía muy buena pinta. 2,07 y buena mano. Pero nunca llegó a triunfar en Unicaja, donde disputó 26 partidos entre 1995 y 1997. Las múltiples cesiones que tuvo no llegaron a dar ningún resultado. Quizás le faltaba dureza para jugar por dentro, no lo sé. El caso es que le conocí en el 2000, cuando firmó por media temporada en el Cáceres. Tampoco cuajó. Me pareció un buen tipo, por cierto.
Hecho un hombre de empresa. |
Jugó algún tiempo más en Italia y volvió a su país hace unos años. "Vivo en Montevideo y tengo una empresa que ofrece servicios en y para Internet. En cuanto al basket, soy entrenador hace años, he estado en varios equipos de la primera de acá como asistente y en categorias inferiores. En la actualidad soy asistente del CA Tabaré, equipo de la primera liga de acá y dirijo una escuela de baloncesto en el Colegio The Anglo School", cuenta.
Recuerdo un día estaban entrenando en Ciudad Jardin y tuvo una enganchada con Alfonso Reyes. Acabaron los dos en el suelo. Nadie los separo y Javier Imbroda como un profe en el recreo edperando que parasen de hacer el idiota para poder seguir el entrenamiento.
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